Cómo crear equipos de alto rendimiento:
guía para responsables de L&D
“Equipo unido jamás será vencido”, dice el dicho. Y es que los empleados son el corazón y el alma de las organizaciones; la fuerza que permite que todo funcione y que los objetivos se cumplan.
En este artículo te contamos de qué se componen los equipos de alto rendimiento y cómo formarlos. Para ello, compartimos contigo claves prácticas y aprendizajes del tercer episodio de nuestro nuevo podcast, Moving Forward, con Peter Bosz, entrenador del PSV de Eindhoven, y Sandrien Boogard, directora de recursos humanos de GoodHabitz.
En los equipos de alto rendimiento se reúnen individuos que, aunque trabajan de forma autónoma, contribuyen al grupo persiguiendo un objetivo común. Comparten intereses y valores, y pueden maximizar sus habilidades diversas dentro del grupo.
Fomentar equipos de alto rendimiento tiene un valor incalculable para las organizaciones, pues permite conseguir resultados, crecer y prosperar.
Características de los equipos de alto rendimiento
Los equipos de alto rendimiento, entendidos como aquellos en los que se optimizan al máximo los talentos individuales para contribuir a la causa común, comparten los siguientes rasgos:
Liderazgo
Un líder comprometido, capaz de guiar al equipo y sacar a relucir todo su potencial es crucial en el éxito de un equipo. Su función principal será analizar los objetivos y, en función de ellos, seleccionar a los talentos más adecuados. Una vez seleccionados, se asignarán roles y expectativas claras a todos los miembros, manteniendo una comunicación bidireccional constante para contribuir al crecimiento continuo.
En el episodio de nuestro podcast, Sandrien Boogard explica que "como líder, tienes la responsabilidad de sentar las bases del éxito de inmediato. Con un propósito y una misión comunes para tu equipo, resaltas la importancia del trabajo en equipo para lograr el éxito colectivo. Además, ayuda a cada empleado a comprender sus funciones y responsabilidades, sentando las bases para un equipo cohesionado".
Autonomía
Los miembros de un equipo de alto rendimiento deben demostrar autonomía en su desempeño diario. Así, podrán encargarse con total responsabilidad de sus respectivas funciones, teniendo siempre en mente el bien común del grupo.
Roles asignados
Cada miembro del equipo tendrá un rol y función claro, poniendo desde el principio las expectativas sobre la mesa. La definición de roles sólidos aportará claridad a los integrantes y construirá un sistema de funcionamiento para el grupo, de modo que el trabajo conjunto será más eficaz, y se lograrán mejores resultados.
Expectativas claras
El líder del equipo debe plantear claramente las expectativas para cada función, de forma que cada miembro tenga claros sus objetivos individuales para con el grupo, el desempeño esperado y los hitos básicos a alcanzar.
Comunicación y respeto
La comunicación entre líderes y miembros del equipo es crucial en todas las etapas del proyecto. Sin ella, el sentimiento de pertenencia y objetivo común pueden verse afectados. Fomentando un entorno seguro donde los miembros puedan expresarse libremente, la comunicación fluirá mejor, y con ella la resolución de los conflictos y obstáculos que puedan surgir durante las tareas . Asimismo, una comunicación y retroalimentación constante entre líderes y miembros permitirá el crecimiento continuo y la mejora en el desempeño.
En nuestro podcast, Peter habla de la importancia de la seguridad psicológica en el entorno laboral, es decir, crear entornos donde las personas se sientan libres para expresarse.
Colaboración e innovación
Es importante que, desde sus respectivas funciones, todos los miembros del equipo tengan interés en colaborar. Fomentar entornos colaborativos permitirá poner en conjunto las diversas habilidades del equipo yasí encontrar ideas creativas y nuevos métodos para lograr objetivos comunes. Esto fomentará el crecimiento del grupo.
Según Sandrien y Peter, la colaboración asegura el éxito colectivo. Sandrien explica: "No hay persona que pueda desempeñarse mejor que un grupo de personas. Es la esencia de un equipo ".
Aprendizaje y desarrollo continuo
Cuidar del desarrollo individual y conjunto del equipo es crucial en su progreso y desempeño. Poner al alcance de la plantilla una infraestructura de aprendizaje incentivará que sigan perfeccionando sus competencias y, a través del autoconocimiento, puedan desarrollar su potencial dentro de la organización.
Cómo crear equipos de alto rendimiento
Una vez claras las características básicas de los equipos de alto rendimiento, nos centraremos en qué tener en cuenta dentro de la organización para formarlos.
Aspectos como el estilo de liderazgo, el reconocimiento y la comunicación desempeñan un papel determinante en el proceso. Vamos a verlo con detenimiento:
Promover un estilo de liderazgo consciente
El liderazgo consciente, entendido como un estilo de liderazgo en el que el líder presenta una actitud de mente abierta y puesta al servicio del bien del equipo, será la estrella polar que guíe el camino del grupo.
Ser un buen líder no es fácil, y existen mil y una formas de serlo, pero el denominador común es claro: empatía.
Un buen líder parte de la empatía para conocer bien a los miembros del equipo, con sus fortalezas y debilidades, y de ese modo dirige y planifica el trabajo, remando junto al grupo.
Aprovechar la diversidad
Cada persona es un mundo, y en un equipo confluyen muchos mundos distintos. Poner en conjunto perfiles diversos puede ser una gran ventaja competitiva, ya que diferentes habilidades trabajando juntas pueden lograr grandes cosas. Tener en cuenta los diferentes bagajes y talentos especiales de cada miembro para potenciarlos en el contexto grupal es un gran multiplicador del éxito de los equipos.
Por ejemplo, complementar perfiles creativos con otros más orientados a la organización y el detalle creará una gran riqueza en los resultados del equipo.
Fomentar el bienestar laboral
Los miembros del equipo tienen que sentirse cómodos para poder dar lo mejor de sí mismos. Promover un entorno laboral sano donde todos puedan estar a gusto, sentirse valorados y respetados es esencial para su desempeño.
Consejo: cuida el bienestar general de tu plantilla dando acceso a recursos y beneficios relacionados con la salud mental y física. Por ejemplo, puedes incluir sesiones de terapia o suscripciones a centros deportivos como parte de tu paquete de beneficios. Asimismo, puedes integrar programas formativos basados en el autoconocimiento y el desarrollo.
Muy relacionado con el punto anterior está fomentar el desarrollo de los empleados. Poniendo a su alcance iniciativas formativas con las que puedan seguir aprendiendo y mejorando sus habilidades, los miembros del equipo podrán aportar cada vez más a la causa común.
Trabajar la cultura empresarial
La cultura empresarial tiene un gran peso en el sentimiento de pertenencia de la plantilla. Promover unos valores con los que se sientan identificados y a los que quieran contribuir, es un gran potenciador del equipo.
Enfocarse en la retención del talento
Para crear grandes equipos no solo hay que encontrar el mejor talento, sino también conseguir que se quede. Y para ello los miembros del equipo deben sentirse a gusto, valorados y respetados, y poder seguir creciendo como profesionales y como personas. Algunos aspectos fundamentales para promover la retención del talento son:
Transparencia y equidad salarial
Contar con la información relativa a los salarios y sentir que se trata de una retribución justa contribuirá al compromiso y nivel de involucración de los empleados.
Reconocimiento e inclusión
Reconocer y celebrar los logros hará que los empleados se sientan valorados y motivados a seguir mejorando.
Crecimiento dentro de la organización
Fomentar el desarrollo profesional de los empleados dentro de la organización no solo contribuirá a su satisfacción y motivación, sino que multiplicará la contribución del individuo al éxito corporativo, situándolo donde más pueda aportar en cada momento.
Flexibilidad y conciliación
Promover iniciativas que permitan la conciliación de la vida personal y laboral es uno de los aspectos más valorados por los empleados hoy en día. Disponer de un horario flexible y un modelo basado en objetivos que les permita gestionar su tiempo, no solo les indicará que la organización confía en ellos, sino que contribuirá a su bienestar general.
Cómo saber si tienes un equipo de alto rendimiento: KPIs que analizar
Valorar si un equipo es de alto rendimiento va mucho más allá de medir los resultados tangibles que hayan conseguido con su trabajo. Un equipo de alto rendimiento se mantiene unido y cohesionado, y permite a todos sus miembros dar siempre lo mejor de sí mismos en pro de los objetivos de la organización. En este sentido, algunos KPIs que nos indican que un equipo es de alto rendimiento son:
Sentimiento de unidad muy marcado
Pese a contar con roles muy definidos y diferenciados, todos los miembros del equipo tienen claro que forman parte de un conjunto que trabaja unido y se sienten muy alineados con el grupo. Este sentimiento refuerza la motivación y el desempeño individual en pro de los objetivos comunes.
Revisión continua para el crecimiento
En el equipo hay un ciclo de retroalimentación constante que permite identificar las áreas de mejora para seguir creciendo.
Compromiso sólido de los integrantes
Los miembros del equipo se sienten totalmente comprometidos con la misión del equipo y trabajan activamente para conseguirla, dando lo mejor de sí mismos en sus respectivas funciones.
Comunicación 100% abierta
Hay total libertad de expresión y comunicación continua entre los miembros del equipo. De este modo, los conflictos se identifican y atajan fácilmente y se fomenta el crecimiento grupal.
Inspírate: equipos de alto rendimiento en el ámbito deportivo
Aunque el ámbito deportivo y el corporativo son muy diferentes, hay mucho que se puede aprender del liderazgo de equipos si nos fijamos en los entrenadores de fútbol.
En nuestro tercer episodio de Moving Forward, el podcast de GoodHabitz, contamos con la participación de Peter Bosz, entrenador del PSV, con quien hablamos del tema que hoy abordamos: la creación de equipos de alto rendimiento.
De la charla con Peter podemos extraer un aprendizaje clave, y son las 5 habilidades de liderazgo que podemos aprender del fútbol:
Comunicación cristalina
Motivar a tu equipo
Evolución constante
Pulir tu estrategia y visión
Aceptar los errores
Los entrenadores de fútbol como Peter Bosz, del PSV de Eindhoven, han forjado sus habilidades en entornos demandantes donde la presión es alta.Es por ello que su experiencia es tan enriquecedora y puede aplicarse a diferentes entornos como el corporativo.
El futuro de los equipos de alto rendimiento
Está claro que el panorama laboral está en constante cambio, y con él, cambian también las habilidades que necesitan los empleados.
En el mercado laboral del futuro, según indica Gartner, tendremos que prestar especial atención a lo siguiente:
Competencias digitales
Especialmente conocimientos de automatización, IA y análisis de datos, para poder aprovechar las innovaciones tecnológicas.
Con el auge cada vez más patente de la tecnología, el factor humano cobra una nueva dimensión de importancia. Este nuevo paradigma requerirá pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad, adaptabilidad e inteligencia emocional.
Agilidad y capacidad de adaptación
Priorizar el potencial y la proyección de las personas, y a aquellos candidatos que muestren interés en crecer y desarrollarse.
En este sentido, los equipos de L&D desempeñan un papel fundamental, ya que deben apoyar esta necesidad de adaptación de la plantilla. En el actual panorama laboral, la constante actualización de las habilidades se vuelve esencial para mantener el mejor rendimiento en el trabajo. Por eso, lograr que los miembros del equipo se mantengan actualizados es un factor directamente relacionado con el éxito de la empresa. Alinear las iniciativas de L&D con los objetivos marcados a nivel empresarial será clave para mantener a la plantilla alineada con la estrategia y el camino a seguir.
Gestión de las habilidades existentes
Identificar las habilidades clave para la organización y potenciarlas en los miembros del equipo que las presenten. Esto también implica aprovechar las habilidades para diferentes fines, y con ello todo el potencial de los empleados.
Promover el desarrollo personal y profesional mediante el aprendizaje continuo, para fomentar equipos en constante evolución.
En este sentido, contar con una infraestructura dedicada al L&D puede marcar la diferencia en el crecimiento profesional de los empleados. Disponer de diferentes recursos formativos adaptados a varios estilos de aprendizaje es clave para llegar a todos los públicos dentro de tu organización, y conseguir así una máxima implicación y compromiso.
Es muy importante también contar con el apoyo del equipo directivo para implementar las iniciativas formativas, ya que además de proporcionar los recursos necesarios pueden servir de inspiración para fomentar el aprendizaje de la plantilla.
Se empieza a ver una tendencia de recurrir a autónomos o contrataciones temporales para cubrir ciertas necesidades en las empresas, y de redefinir los modelos de empleo más tradicionales.
Conclusión
Los equipos de alto rendimiento son un activo de valor incalculable para las organizaciones, y fomentarlos es una inversión esencial para el crecimiento empresarial.
Es sin duda un reto que demanda atención y acción en diferentes áreas, pero que tiene unos beneficios imbatibles para con el éxito de la empresa.
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