Atraer talento está muy bien, pero ¿has pensado en fidelizar y desarrollar el talento presente en tu organización para que dure mucho tiempo? La gestión del talento implica mucho más que encontrar personal adecuado para tu empresa; también influyen las expectativas de los empleados, la comunicación y la cultura de la empresa.
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1. Gestiona la diferencia entre expectativas y realidad
Las organizaciones suelen subestimar el tiempo y el esfuerzo que deben dedicar al personal ya contratado para estar a la altura de las expectativas que les crearon durante el proceso de selección. Es habitual que el foco de atención resida en la fase de selección y contratación de nuevos talentos. En consecuencia, la plantilla empieza a sentirse un tanto perdida y olvidada. Todas esas promesas que hicieron que aceptaran el puesto se empiezan a desvanecer y esa oferta que han recibido a través de LinkedIn les resulta cada vez más y más tentadora. Es importante que las personas que ya llevan un tiempo trabajando en tu empresa se sientan igual de importantes que los nuevos. Para ello:
Habla con tus empleados con regularidad para saber cómo están; por ejemplo, puedes reunirte con ellos cada dos semanas, o hacerles una evaluación informal cada seis meses. Es una buena oportunidad para comprobar si estás cumpliendo con sus expectativas, pero también para saber si tienen margen para seguir desarrollándose. Reúnete en un entorno neutral para que la persona se sienta cómoda y se atreva a hablar abiertamente.
Dar y recibir feedback, empezar conversaciones y gestionar las expectativas puede resultar difícil sin tener algún tipo de orientación. Por suerte, tenemos algunos cursos que te pueden ayudar.
Una vez sepas lo que funciona y lo que se podría mejorar, el siguiente paso es preguntarles por sus planes. Puede resultar un tanto incómodo hacerlo de forma directa; pero, de hacerlo así, es más probable que te contesten con sincera. Este tipo de conversaciones pueden derivar en un intercambio de opiniones beneficioso para ambas partes sobre las oportunidades que ofrece tu organización. Además, puede contribuir a gestionar las expectativas del personal; por ejemplo, sobre un ascenso. En estos casos, puedes hablar abiertamente sobre cuánto tiempo deben permanecer en el puesto que tienen antes de poder promocionar, qué tipo de habilidades necesitan desarrollar para poder asumir más responsabilidades o trazar un plan para que puedan conseguir sus objetivos y ese ascenso.
Es tan importante hablar sobre cómo pueden conseguir sus objetivos como identificar el siguiente paso que quieren dar en su carrera. ¿Qué tipo de habilidades deben dominar? ¿Qué puedes ofrecerles para ayudarles a que consigan desarrollarlas? Podrías proponerles formaciones prácticas o asignarles un mentor. Recuerda que su crecimiento personal es sinónimo de crecimiento para tu organización e, incluso, para tus equipos.
Para saber gestionar las expectativas y de comunicar los deseos y necesidades de los empleados, es importante ser consciente del poder que tiene una buena cultura de empresa. Muchas organizaciones no ofrecen necesariamente los sueldos más altos o los mejores beneficios. Lo que hacen es demostrar a sus empleados que se preocupan por ellos. ¿Cómo? Apoyándolos, hablando con ellos, mostrándoles su agradecimiento y animándoles a que disfruten de su jornada laboral. Tener una buena cultura en la empresa permite comunicar y satisfacer las expectativas, lo que deriva en reducir los malentendidos y la confusión. Generar un sentimiento de pertenencia y de formar parte de un equipo con valores y objetivos contribuirá a fidelizar a los mejores empleados. Por lo tanto, una buena cultura empresarial no solo tiene un impacto positivo en la rotación del personal, sino en toda la organización. En vez de estar buscando constantemente nuevos talentos, puedes invertir en la plantilla que ya tienes para conseguir que se quede en tu empresa durante el máximo tiempo posible. Además, una buena cultura de empresa también podría atraer a los empleados, lo que incluso facilitaría la selección de personal. ¿Te gustaría saber cómo puedes impulsar la cultura empresarial de tu organización? Puedes empezar haciendo nuestro curso «Desarrolla tu cultura empresarial».
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